hace ya un año me topé con esta película aunque no recuerdo el por qué me llamó la atención, mi mala costumbre de no leer sinopsis ni resúmenes me llevó a juzgar con base en el póster. asumí que iba a ser una película triste del mismo calibre que hachiko u how to make millions before the grandma dies: una película con fotografía bonita, un soundtrack que acompañe y con la principal finalidad de hacerme llorar al menos una vez hasta que se acabe.
a todas estas, cuándo le doy play y comienzo a verla por fin entiendo que la juzgué mal. la bellísima toma del cielo azul con un sol radiante que se cuela por las ramas de un árbol ahora es lo primero que viene a mi mente cuándo pienso en este filme. no solo por ser aesthetically pleasing, sino porque me vi reflejada en la simple acción del protagonista que, estando tranquilo, espontáneamente decide subir la cabeza a mirar el cielo, de cerrar los ojos y sentir como el viento roza su cara, o solo tomar un respiro siendo consciente de que la magia existe en los detalles pequeños y que esa misma magia puede ocupar el espacio entre dos personas.
’perfect days’ es una película dirigida por Wim Wenders, quién también dirigió ’paris, texas’. un dato que ya de por sí me confirma lo increíble que es la habilidad de crear más allá de los géneros, las clasificaciones o las expectativas. en fin, en el filme seguimos el día a día de un conserje llamado hirayama, un conserje encargado de limpiar los baños públicos de su natal japón. la concepción más rápida sobre su trabajo es que apesta, figurativa y literalmente. es fácil asumirlo y esto no te convierte en una mala persona, al final del día, ¿quién querría limpiar baños públicos voluntariamente?
pues no podrías estar más mal. a lo largo de la película nos dan el asiento en primera fila a la rutina de hirayama: el señor se levanta sin la necesidad de ningún tipo de alarma, riega sus plantitas, compra el mismo café de la misma máquina expendedora, reproduce sus canciones favoritas de camino al trabajo, limpia los mismos baños y siempre almuerza una variante de sándwich, cuándo su jornada laboral acaba hace sus recados montado en su bicicleta, se asea y se cambia, come algo, desvela las fotos de su cámara y las organiza por fecha, se recuesta en su habitación a leer con el atardecer en el fondo, la mayoría del tiempo coloca el libro en su lugar y apaga las luces para dormir pero otras se queda dormido leyendo, luego se hace de día, y la rutina se repite.
quizá te haya parecido lo más aburrido del mundo, para nadie es un secreto que la materialización de éxito varía a niveles estratosféricos de un individuo a otro, que el concepto de sentirse realizado en la adultez que yo creé para mí quizá no signifique lo mismo para ti. y eso está bien, para la humanidad cada cabeza es un mundo. sin embargo, pienso que en una sociedad que poco a poco crea una necesidad de ser productivo a todo momento y que básicamente te orienta a volverte millonario vendiendo cursos con IA, necesitamos almas como la de hirayama, y no permitir que el yugo de la sociedad las destruya. personas que vivan el día a como vaya viniendo, sin preocuparse de más pero sin preocuparse de menos, solo preocuparse en vivir. gracias a esto, hirayama consigue encontrarse belleza en lo mundano, presenciar lo efímero y disfrutarlo, sentir con paciencia y unos brazos bien abiertos.
lo que me encanta de la película es que ni siquiera podría considerarse como ese positivismo tóxico que no te enseña a lidiar con los infortunios que hacen de la vida lo que es, porque si algo aprendí de ’perfect days’ es que gracias a las grandes eventualidades incontrolables de vivir es que podemos apreciar lo pequeño que damos por sentado. conocemos poco del pasado del protagonista, al punto de que no sabemos si tiene familia hasta que solamente aparecen, quizá haya vivido una vida turbulenta e inestable que lo llevó a elegir un camino en que por fin pudiese sentirse en paz, o si fue un oficinista que un día decidió hacer su versión de irse de mochilero a tailandia, no lo sabemos. pero la verdad es que, tampoco importa. el ahora es ahora. lo que cuenta no es el por qué, sino el cómo.
hay algo tan hermoso en ’perfect days’ y es que domina el arte de estar presente, ver el mundo a través de los ojos del protagonista no es más que un privilegio, te arrastra tanto a sentirte tan conectado a él que tu cerebro es capaz de percibirlo como un amigo sin la necesidad de estar rebosante de diálogos. en un panorama actual dónde se nos exige encajar en un molde de una versión estándar de “ser nuestra mejor versión”, la película es una bocanada de aire fresco para el alma de aquellos que viven agradecidos de encontrar destellos atemporales de vida en lo que se ignora a diario. mi teoría es que es una película diseñada para quiénes no dejan pasar la foto del café matutino, así vayan al mismo lugar y pidan el mismo todos los días, el que usa su suéter favorito los viernes y únicamente los viernes, la chica que siempre trata de colar su color favorito en su outfit o apuntes de la uni. personas que encontramos recompensas que calientan lo más profundo del ser a través de cosas que ocurren a diario.
creo firmemente que el impacto de la película en cada espectador no será igual, pues cada quién puede aprender algo distinto de hirayama y la forma en la cuál ve la vida. también creo que de ahí proviene que sea tan magnífica: la habilidad de tocar el corazón de quién se sienta a verla de una manera única y especial. desde que la vi, cuándo salgo con mi familia o amigos y saco mi teléfono para tomarle foto al atardecer más hermoso que he visto, no lo hago con pena (intento, no diré que siempre tengo éxito) porque algo dentro de mí me dice que no hay nada más bonito que capturar algo que hizo que mi día fuese perfecto.
gracias a esto no puedo evitar recomendarla, y si algún párrafo de este artículo no ha sido suficiente para decidirte a verla, te lo digo directamente: es un asunto urgente que te sientes a ver ’perfect days’.
Perfect days es aprender amar lo cotidiano de una manera en que no te aburra nada y solo tengas paz en su máximo explandor
La tenía en mi lista de espera, pero leer esto me anima a ya ya ya verla pero en un domingo rico de descanso ✨️🙂↕️